Cinco razones para no ser una mujer perfecta

Consejo del día: para andar con tacos pisando huevos, ponete algo chato
Accesorio del día: vincha de colores!
Ten paciencia con... La gente inoperante

Siempre queremos todo punta en blanco. Que la cartera combine con los zapatos, que el color de uñas no desentone con la ropa que vestimos. Que si vamos todas de negro parece que tenemos cita en un velorio, que si vamos todas de blanco parecemos “Heidi”. Complejo.
En fin, hay varias razones por las que prefiero no ser una mujer perfecta:
1) Tengo un karma con las boletas de los servicios. Cuando no llegan, tengo que hacer una hora de cola para pagarlas. Cuando creo que no llegan es porque están en el buzón pero nunca se me ocurrió revisarlo, y después de varios días de tormenta tuve que ponerlas a secar en el tender con la estufa en pleno verano.
Lo reconozco, no soy perfecta. Pero, después, cuando veo esa imagen bizarra, me rio sola de mi despiste. Eso, está bueno.
2) Te pintás las uñas de muchos colores (hasta naranja, al mejor estilo Cumbio). Lástima que lavas un plato y ya se te saltó. Te transformás en lo que en la jerga femenina se denomina “verdulera”. Pero buenoooo, por lo menos no se te rompen las uñas porque algo de esmalte te queda. No sos perfecta. O no tenías quitaesmalte en tu casa, o te fuiste sacando el esmalte de a pedacitos y simplemente no tuviste tiempo, y andás por la vida así, imperfecta, pero con la frente en alto.
3) Tenés una mancha en la remera, esa que es la “encarnación” (como le dicen mis amigas a esa ropa que uso SIEMPRE, incansablemente). Hay dos opciones: si es de día, cagaste. Se nota, no hay con que darle. Y eso no sería ser imperfecta, sería ser mugrienta. Peeeero, si es de noche, como yo digo siempre: “Quién te la va a ver la mancha!”. Pero por favor, si vas a bailar y encima pensás en qué carajo ponerte en los pies cuando en el bar que vas hay 362 mil personas apretujadas. Lo que menos se te va a ver son los pies!
4) No se puede todo, o te vestís bien o ordenás tu cuarto. La regla número 1 de las mujeres es probarse mil quinientos conjuntos antes de salir para quedarse con lo primero que te pusiste. En el interín, te quedó una montaña de ropa a los pies de tu cama (en el mejor de los casos, sino puede estar en CUALQUIER lugar de la casa). En mi caso, no tengo problema con este desperfecto, porque como no llego a los pies de la cama…
5) Tengo olvidos parciales, muy frecuentemente. En general me sucede con objetos como: las llaves, los anteojos y la billetera. Son cosas que las utilizo casi sin pensar (eso quedó muy mal sobre todo por lo de la billetera. OUCH!). No registro cuál fue la última vez que las utilicé. He llegado a encontrar anteojos adentro del placard o en cualquier otro lugar recóndito. Así están también de mugrientos…

Pero en fin, ser imperfectas no está tan mal. Sin llevarlo al extremo, es hasta en cierto punto gracioso. O será que el humor, me lleva que sobrellevar la imperfección de la mejor manera. Hoy, descontracturá un poco, pero tené cuidado con la billetera, sale un poco más cara que un par de anteojos!