Vivo en una casa de Barbie

Consejo del día: Antes muerta que sencilla.
Accesorio del día: Zapatitos de Barbie. Eran lindos, ¿no?
Ten paciencia con... Los que no entienden nada del buen gusto.

El otro día, en la radio, escuchaba el flagelo de uno de los tantos hombres del mundo que conviven con una mujer. El flagelo de no poder decidir, de tener que adaptarse y callarse la boca porque nosotras mandamos, obvio. (Democrático ante todo, no?)

Me pregunto cuántos hombres viven en una casa de muñecas: con cortinas del baño a lunares rosas, cubre inodoros de puntillas, perfumes de mujer por todos lados, acolchados de flores, heladera con vinilos femeninos, sillón de marica donde ven la tele tomando una birra (como si esto los hiciera más machos!), entre otros adornos de princesa.

Pero bueno chicos, así es la vida. No me digan que no les encanta que nosotras decoremos la casa! Si por ustedes fuera viviríamos en una zona gris, apagada y aburrida. Nosotras le ponemos color, buena onda y mucho pero mucho cocoliche.

En fin, pobre muchacho este de la radio. Lo describió tan claro que tuve una revelación encantadora: "Vivo en una casa de Barbie" dijo. Y si, pobre. Lo que no sabe todavía es que si por nosotras fuera elegiríamos vivir con Ken, pero bueno, aceptamos la que nos toca. Porque los cuentos de hadas no existen.