Te creíste mil y te re entusiasmaste: compraste todos los materiales, los utensillos. Copiaste todas las recetas de tu abuela, miraste todos los tutoriales de YouTube. Pero, la realidad es otra, y todo eso que soñaste se transforman en grandes mitos. O cosas que JAMÁS van a suceder.
1) Usar delantal
2) Usar el cuaderno de recetas que armaste cuando te fuiste a
vivir sola.
3) Usar la flanera que compraste jurando que ibas a meter postre tres veces por semana.
4) Algas que son buenísimas para ponerle a las legumbres, esas
que NUNCA cocinás.
5) Esa pechuga de pollo del freezer que siempre te da fiaca
descongelar.
6) Ese arroz yamaní que jamás dejás remojar previamente y
siempre lo sacás crudo por falta de paciencia.
7) Ese palo de amasar que tan ingenuamente compraste pensando
que algún día remoto ibas a hacer las pizzas de tu abuela.
8) Ese cucharón sopero que siempre te olvidás que tenés.
9) La olla para 9 que nunca usás porque si son más de 3 es
milagro.
10) El laurel que juraste que ibas a usarlo para ponerlo en la salsa o en el puchero. Lo re usarías si alguna vez hicieras salsa o puchero.
Cualquier similitud con hechos reales es mera coincidencia.
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