Depende a qué hora llegás a la playa, cambian los vecinos en la arena. Si sos madrugador, te vas a encontrar a los abuelos bronceados (o su antítesis: los blancos embadurnados de protector solar) que aprovechan las primeras horas de playa para leer el diario.
Tipo 13 hs, empiezan a aparecer los “zombies”: los que viven
de noche y duermen de día, pero aunque sea el
peor horario, caen en la playa con un buen botellón de agua, tiran la lona y
siguen durmiendo.
Seguro te pasó: aunque sean más pendejas, por lo general las minas queremos
aprovechar cada minuto del sol, la arena y el mar. Entonces, nunca falta en el
equipo femenino de vacaciones la que, aunque haya trasnochado, pone el despertador e
incentiva a todas para ir a la playa a la mañana, para después volver a almorzar, breve siesta y retorno a la playa hasta la nochecita.
Tipo 17,30 empieza a caer la banda que vive exclusivamente
de noche. Entre sus comportamientos se destaca la rutina que arranca en la playa de “after”. Después un baño y directo al
cheboli.
Y así, la rueda nunca termina. En el medio: las parejitas
jóvenes que se turnan entre aprovechar la mañana o dormir hasta tarde y caer a
la peor hora del sol, para pasarse unas cuantas horas debajo de la sombrilla. Desde ahí, miran de reojo a los que llegan a las 17, heladerita en mano (donde no hay nada sin alcohol, salvo la Coca para el Fernet).
También están las "familias tipo" que llegan cuando pinta, y andan
corriendo atrás de los niños inquietos y excitados. De vez en cuando se
acuerdan cómo era eso de dormir hasta tarde, ir a la playa sin pensar en el
horario de almuerzo y no preocuparse por tener protector factor 50 en la mochila.
Qué lindo el mar!
Qué lindo el mar!
0 comentarios on " BayWatch era mentira "
Publicar un comentario