21 de enero de 2010

La NADA pueden ser MIL cosas...



Consejo del día: desenchufá un poco el marote...
Accesorio del día: un reloj despertador y no más excusas!
Ten paciencia con... los hombres que piensan en NADA

Siempre hay una buena razón para creer que los hombres “no piensan en nada” cuando realmente dicen que “no piensan en nada”. Pero yo, personalmente, prefiero no creerles.
Es técnicamente imposible. Al menos, a las mujeres nunca nos pasa. ¿Cómo será no pensar en NADA? Porque siempre uno está pensando en algo. Cuando escucho música, evoco un recuerdo o me imagino algo que todavía no sucedió, cuando hablo pienso en eso mismo o, incluso, puedo estar totalmente colgada y pensar en otra cosa. Cuando lavo los platos pienso qué comeremos a la noche y cuando me baño el cerebro parece que funcionara a más velocidad de lo normal.
Uno siempre, pero siempre está pensando. No se si esto es una bendición o maldición. Y ahora parece que los hombres, entre otros beneficios que les tocaron pueden pensar en NADA. Cuando les preguntás “Y…en qué te quedaste pensando?” “En nada” responden livianamente. ¡¿CÓMO QUE EN NADA?! La NADA no existe, en algo tiene que haber estado pensando. O sino cómo hago, ¿me imagino un papel en blanco?, porque para mi eso sería como la nada. O una caja vacía, pero está la caja así que no es la NADA.
Entonces es peor, porque no sólo te da bronca que no esté pensando en NADA, sino que, como no podés concebir semejante atrocidad empezás a hacerte la película a ver en qué podría haber estado pensando, e inventás.
Así funcionamos. No podemos pensar en NADA. Ahora, el verdadero problema es descubrir si los hombres realmente piensan en “NADA” o si es una excusa perfecta para zafarse de decir: “que buena que está la mina que acaba de pasar” o “cerrá el pico un poco”. Habrá que meditarlo un rato…

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